El secreto para dejar de fumar es tenerlo claro y no buscar excusas para encontrar el día adecuado. Es un acto de fuerza de voluntad, sacrificio y tesón. Hay que estar preparados y mentalizados de las ventajas del esfuerzo. Todos los días son buenos para tomar la iniciativa afrontar el problema y dejar de fumar. Evitar las falsas creencias de que fumar poco no perjudica, es como creer que beber poca lejía no hace daño. A veces se alega que un vicio no es malo, existen otros mejores como el deporte, el cine o la lectura que no perjudican nuestra salud.
Porque ejercen un rol fundamental en la familia, transmitiendo amor, bondad y comprensión. Y porque ofrecen valores y enseñanzas a las nuevas generaciones. ¡Gracias, abuelos!